SUBIR

José María Cristiá in memóriam

por Carlos Canoba

(1984)

José María Cristiá
(6/10/1907-8/3/1984)

José María Cristiá

La desaparición del Dr. José María Cristiá, acontecida el 8 del pasado mes de marzo a los 76 años de edad, ha afectado profundamente el mundo del ajedrez rosarino por tratarse de una de sus figuras más preclaras y queridas.

Fue un destacado abogado del foro local, que a su excelente formación en las ciencias sociales le agregaba las cualidades de ser un agudo observador de la realidad y un crítico perspicaz. Ello unido a su natural bonhomía y a su actuación personal hizo que sus opiniones fueran consideradas con sumo respeto y estima.

En su proficua actividad ajedrecística caben señalarse tres facetas en las cuales se destacó: jugador, dirigente y maestro, aunque el público, en general, presta gran atención sólo a la primera.

Formó parte de la que se puede considerar, tal vez, la generación más brillante del ajedrez rosarino, junto al desaparecido Antonio J. Vinuesa y los hermanos Oscar y Romeo García Vera, constituyendo un grupo de maestros nacionales de indudable fuerza, como lo prueban los logros alcanzados, tanto en torneos individuales como en actuaciones por equipo.

El Dr. Cristiá fue campeón rosarino en el año 1928 cuando batió a Juan M. Rivarola (representante olímpico en Londres 1927) y en 1940 cuando derrotó a Oscar García Vera; en este lapso intermedio se retiró de las luchas del tablero para dedicarse a su actividad profesional. "Las pocas veces que sus ocupaciones le permitieron actuar en el orden nacional, obtuvo destacadas actuaciones y es digno mencionar que tiene score favorable con los mejores jugadores argentinos" (transcripto de "Caissa", 1940, p. 167). Se retiró de la práctica de competición en 1945, luego de disputar un torneo en Viña del Mar, Chile (1º C. Guimard, 2º M. Najdorf, 3º M. Castillo, 4º J. M. Cristiá, etc.).


Evocando a José María Cristiá

por Romeo García Vera

(1984)

En la década del 30 integramos un cuarteto representativo de Rosario en los más destacados certámenes nacionales y provinciales, que lo eran Antonio Juan Vinuesa (su primer apellido era Juan), José María Cristiá, mi hermano Oscar García Vera y yo. Tan eficaz fue la actuación de ese cuarteto, que ha quedado en la memoria de los que siguieron durante muchos años los más importantes eventos argentinos. Hace ya muchos años partió primero Juan Vinuesa; en estos días se nos ha ido Cristiá. Así que quedamos mi hermano Oscar, de 83 años, y yo, de 76. Conocía a Cristiá desde 1925, en que fui un ferviente admirador de su estilo pujante y emprendedor. Por su larga -mutua- trayectoria, fuimos rivales durante muchos años, así que lo conocí a fondo.

Mientras él todavía actuaba, fuimos encarnizados adversarios en el tablero, pero fuera de él fuimos leales amigos hasta el final. Durante la partida, y a menudo desde la apertura, buscaba la victoria con singular energía, tanto que era famosa su agresividad, que le permitió acreditarse triunfos de real jerarquía. Si bien durante su apogeo hacía gala de tono valiente hasta la exageración, en la última etapa de su vida era un adepto de la escuela soviética de la cual había asimilado los profundos conceptos posicionales. Rosario y la Argentina han perdido un valor cuyas brillantes producciones se han de recordar por muchos años. En un sentido homenaje a mi amigo, "in memóriam", desarrollo a continuación uno de sus momentos estelares:

La partida que comentamos tuvo lugar en el memorable Torneo Nacional de Rosario 1929 en que participó el equipo olímpico de La Haya 1928 (Grau, Palau, Maderna y Nogués Acuña), los rosarinos Oscar García Vera, José María Cristiá, Juan Manuel Rivarola y el Dr. Adolfo Elías, y el entrerriano César Juan Corte. El certamen se lo adjudicó el entonces campeón argentino Roberto Grau con 11,5 puntos; 2º Cristiá con 10; 3º y 4º Luis Palau y Alejandro Nogués Acuña, 8,5; más atrás Carlos H. Maderna, Oscar García Vera, César Corte, Adolfo Elías y Juan Manuel Rivarola.

La siguiente fue la única derrota de Grau en el torneo preparatorio de su participación en el torneo internacional de San Remo 1930. Grau-Cristiá, 0-1 en 35. Cristiá-Stahlberg, 1-0 en 68.

Fuente: Ajedrez de Estilo, diciembre de 1984, páginas 117-8.


© Carlos Canoba